EL IMPACTO REAL DE LAS DROGAS DEPRESORAS EN LA ESTABILIDAD EMOCIONAL DE LOS PADRES Y SU REPERCUSIÓN EN LA FAMILIA

Los tranquilizantes de consumo habitual por adultos son en realidad drogas depresoras que pueden enganchar y tener efectos secundarios tanto personales como familiares


La búsqueda del bienestar emocional es una cuestión importante en la vida de muchas personas. Las razones que pueden poner en jaque nuestro balance emocional como adultos son múltiples.  En el ámbito de la familia, sin ir más lejos, no son pocos los progenitores que se ven a sí mismos incapaces de seguir adelante y gestionar adecuadamente su rol de padres.  Detrás de esta percepción puede haber un sinfín de problemas coyunturales y propios de la vida (falta de empleo o de recursos, falta de motivación o paciencia para tratar con niños, problemas con la pareja…). Pero también, a menudo, la responsable de esta falta de habilidad de afrontamiento es la salud mental. Esto lleva a algunos adultos a encontrar en las sustancias tranquilizantes una falsa salida a sus problemas emocionales o de estrés. A continuación, explicamos qué son las drogas depresoras, cuáles son las más comunes, y cómo su uso puede afectar no sólo a nuestra estabilidad emocional, sino a toda la dinámica familiar.

El ritmo de la vida y las exigencias familiares pueden llevar a los padres a un consumo abusivo de sustancias pensando que es una salida válida. Sin embargo, son un falso atajo para resolver los problemas.

Los menores jamás deben tomar drogas depresoras salvo estricto control médico

¿Qué son las drogas depresoras?

Las drogas depresoras son sustancias capaces de disminuir la actividad del sistema nervioso central y se caracterizan por sus efectos de relajación, de reducción de la ansiedad y de somnolencia.

Aunque las drogas depresoras tienen diversas aplicaciones médicas que pueden ayudar en el control de algunas dolencias, es esencial contar con supervisión médica, ya que su uso indebido puede resultar problemático y provocar dependencia.

Los psicofámarcos son sustancias muy potentes que afectan directamente al cerebro. En casa, siempre deben estar guardadas y fuera del alcance de los niños

Efectos de las drogas depresoras en la estabilidad emocional

Las drogas depresoras, al disminuir la actividad del sistema nervioso central, pueden afectar a la estabilidad emocional de una persona al proporcionar una falsa sensación de calma y de reducción de la ansiedad.  Sin embargo, este efecto, prolongado en el tiempo, puede alterar el equilibrio químico del cerebro y afectar negativamente la capacidad que tienen las personas para regular sus emociones naturalmente. Esto puede disminuir la resiliencia frente a situaciones estresantes sin la asistencia de sustancias.

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A largo plazo, el abuso de drogas depresoras puede desencadenar trastornos emocionales y mentales, como la depresión y la ansiedad, deteriorando significativamente la salud mental y la estabilidad emocional de la persona.

Tipos de drogas depresoras

Las drogas depresoras se clasifican según su función y efectos en el cuerpo. A continuación veremos algunos de los tipos de drogas depresoras más comunes:

Alcohol

El alcohol es quizás la droga depresora más consumida en el mundo entero. El alcohol afecta a varios sistemas del cuerpo, pero principalmente ralentiza la función cerebral, alterando el juicio, la coordinación y el estado de ánimo.

Benzodiazepinas

Las benzodiazepinas, como el diazepam (Valium) y el lorazepam (Ativan), también son consideradas drogas depresoras, ya que actúan aumentando la eficacia del neurotransmisor GABA y produciendo un efecto calmante.

Opioides

Los opioides, como la morfina y el fentanilo, se utilizan principalmente para el alivio del dolor. Sin embargo, su capacidad para provocar sensaciones de euforia puede llevar al abuso y la dependencia.

Hipnóticos

Por último, encontramos los hipnóticos que incluyen medicamentos como el zolpidem (Ambien). Estos medicamentos se utilizan principalmente para tratar problemas de sueño como el insomnio y actúan de manera similar a las benzodiazepinas, promoviendo la relajación y facilitando el sueño.

Efectos del consumo de drogas por parte de los padres en los hijos

El consumo abusivo o descontrolado de algún tipo de sustancias de las antes mencionadas por parte de los padres no es inocuo en el seno de la familia.  Esta también se ve afectada tanto en su dinámica como familia, como en alguno de sus individuos en particular. 

Los niños cuyos padres se enganchan a ciertas drogas depresoras u otras sustancias similares tienen riesgo de padecer problemas de salud por la ingesta accidental de estas. Además, pueden presentar problemas psicológicos y del comportamiento, viéndose comprometido su rendimiento académico y su vinculación social con otros niños de su edad

El miedo infantil a quedarse solos

Desde muy pequeños, los niños tienden a ocultar los problemas de sus padres en el colegio, para no ser estigmatizados por la comunidad educativa ni por los demás niños.  Otro miedo muy arraigado en ellos es el temor a ser castigados por sus propios progenitores, si estos descubren que “han hablado”.  Si algo saben también estos niños es que su denuncia podría suponer una intervención de algún adulto o entidad (los servicios sociales) que pudiera separarlos de sus padres. Como consecuencia, los niños permanecen sufriendo en silencio y con una evidente sensación de desamparo. Mantenida en el tiempo, esta resultará traumática y afectará a las futuras relaciones del niño, quien tenderá a entablar vínculos afectivos desde la desconfianza básica.

Los niños suelen ocultar el consumo de sus padres por miedo a dañar a la unidad familiar

Recuperación y mantenimiento de la estabilidad emocional

La buena noticia es que existe la posibilidad de recuperar la estabilidad emocional tras el consumo de drogas depresoras. La terapia, el apoyo de grupos y, en algunos casos, la medicación pueden ser parte de un plan de tratamiento efectivo.

Además, adoptar hábitos de vida saludables, como una dieta equilibrada, ejercicio regular y técnicas de manejo del estrés, puede fortalecer nuestra estabilidad emocional y prevenir recaídas.

En resumen, el camino hacia la estabilidad emocional puede verse afectado por el consumo de drogas depresoras. Sin embargo, con información, apoyo y tratamientos adecuados, es posible recuperar el control sobre nuestra salud mental y emocional.

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