THE SOCIAL DILEMMA DE NETFLIX, INSTRUMENTO DE REFLEXIÓN Y DEBATE EN LOS COLEGIOS
El controvertido documental The Social Dilemma de Netflix destapa intereses, manipulación y consecuencias muy negativas para los usuarios
A estas alturas seguramente casi todos hemos oído hablar de “The Social Dilemma”, un documental estrenado hace varias semanas en Netflix y no exento de polémica. La controversia toma voz en los que han sido CEOS y directivos de las grandes compañías tecnológicas. Estas empresas, que todos conocemos, nos han vendido las cosas de forma diferente a lo que es, según explican expleados de compañías como Google, Facebook, TikTok o Twitter. Algunos colegios comienzan ya a recomendar el documental entre el profesorado, alumnos y AMPAS, con el fin de generar un debate necesario.
Mecanismos de adicción y dependencia
El problema de la nueva cultura generada entorno a las redes sociales y a la dictadura de los “Likes” y la presión social se encuentra en la parte menos conocida y que ahora se destapa. Se trata de las motivaciones ulteriores a nuestro comportamiento online.
The Social Dilema” destapa los mecanismos de adicción y dependencia que generan las plataformas de redes sociales
Detrás del aspecto inocente de mantenerse en contacto con la familia y amigos hay intereses de publicidad, tal y como explican con toda claridad en esta cinta. De hecho, nuestro comportamiento está en todo momento monitarizado por softwares capaces de generar complejos algoritmos matemáticos con los que predecir nuestro comportamiento. De este modo pueden conocer lo que nos gusta y ponerlo ante nuestros ojos una y otra vez, de forma que continuemos en la red social y no abandonemos.
Los motores internos de las redes sociales generan algoritmos con los que consiguen “conocernos” mejor y que no abandonemos, generándonos una necesidad compulsiva de seguir ahí, al presentarnos las temáticas que más nos interesan a cada uno de nosotros.
Procrastinación y robo de nuestro tiempo
Como resultado a toda esta manipulación de la que la mayoría de las veces no somos conscientes, terminamos por destinar horas y horas de nuestra vida a internet y las redes sociales. Y lo que puede parecer el simple gesto de revisar y actualizar las noticias, estados y novedades recién publicadas termina por convertirse en una grave adicción. Una vez perdemos el control y se convierte en un hábito compulsivo, las redes sociales pueden convertirse en un problema. Y lo harán en la medida en que interfieran negativamente en nuestra vida, haciéndonos perder el tiempo que podríamos emplear en otras cosas.
Consecuencias del abuso de las redes sociales
Las estrategias de persuasión empleadas por empresas como Facebook y YouTube resultan tanto turbias como invasivas, según describen en The Social Dilemma. Y de ellas pueden surgir patologías psicológicas tan importantes como la ansiedad y la depresión.
En los más jóvenes, quienes resultan ser también los más vulnerables, la hiperconectividad a estas plataformas puede derivar en problemas variados:
-Obsesión por la aprobación de los demás, medida en “Likes” y visualizaciones
-Adicción con interferencia en la vida personal, escolar y familiar por la dejación de otras obligaciones
-Excesiva exposición pública con el riesgo de facilitar información sensible
-Aumento del ciberacoso o ciberbullying, generando la necesidad de implementar protocolos y test de detección de acoso escolar para aplicar en los colegios.
-Riesgo de relacionarse con desconocidos, adultos malintencionados y groomers.
-Lavado de cerebro respecto a ciertas ideas, además del riesgo de tomar por buena información falsa, conocida popularmente como “fake news”.
-Dificultad para establecer y desenvolverse en relaciones y contactos reales
-Exposición a tentaciones en compras y estafas de internet tipo phising
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