¿ES CONVENIENTE HACER DEBERES EN VERANO?

Cada año surge el debate sobre si es bueno o no hacer deberes en verano

Este curso ha sido muy diferente a nivel pedagógico por motivo del coronavirus y de la educación a distancia impuesta a causa de la crisis del Covid-19.  Tanto las familias como los profesores han hecho un gran esfuerzo y se han acostumbrado a operar en remoto.  Los pequeños se han habituado a hacer deberes como parte de sus rutinas.  Sin embargo, con la llegada del verano surge nuevamente la misma pregunta de todos los años.  ¿Los niños deben hacer deberes en verano y seguir estudiando?  O, por el contrario, ¿deben descansar y que se produzca la desconexión total?

No todos los niños deberían hacer el mismo volumen de deberes, ni aquellos con peores resultados académicos tienen que estar sometidos a mayores esfuerzos

No hay que obsesionarse con que estudien lo que no han aprendido durante el curso

El verano es una etapa que promueve las salidas, las relaciones sociales y los cambios de entorno

Con el confinamiento la enseñanza de todo el curso ha cambiado.  Quizá los niños hayan aprendido menos. Sin embargo, no tiene caso el pretender compensar esas potenciales carencias (que aún están por ver) sobrecargando a los niños con actividades lectivas.  Seguramente los niños también hayan aprendido otras cosas, como a gestionar la frustración de no salir a la calle, o a posponer la recompensa al final del periodo de aislamiento.

La experta de TopDoctors.es, Sandra Farrera, en calidad de psicóloga, opina que “el verano ofrece muchas oportunidades de aprendizaje fuera de los libros escolares y es una etapa para aprender de la vida y disfrutar del descanso”.

Muchos padres que no pueden dedicar demasiado tiempo a sus hijos durante el año aprovechan las vacaciones para hacer esfuerzos e “intensivos” de educación con el objetivo de recuperar el tiempo perdido.  Sin embargo, esta opción está desaconsejada por algunos profesionales como la Farrera.

Los estudiantes españoles emplean una media de 6,5 horas a hacer deberes, según los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) situando a España como el quinto país en el que más tareas escolares se hacen.

En España se tiende a abusar de los deberes en verano




No es necesario sobrecargar a los niños.  España es el quinto país en el que más deberes se hacen, mientras que en los modelos educativos nórdicos, y en otros países, estos ha desaparecido por completo

Los deberes nunca deberían ser una penalización

Por su parte, la psicóloga Mía Ibáñez Bordas  señala cómo a veces los deberes suponen una gran contradicción y son contraproducentes. “Hay familias que tienen un niño a quien le cuesta más aprender y justamente quieren ayudarle con deberes o le dan los deberes como penalización por no haber rendido suficiente. Sin embargo, a ese tipo de niños lo que mejor le viene es jugar” asegura la Sra. Ibáñez.

Lo mejor es llegar a un entendimiento con el niño y fijar las actividades diarias, sin sobrecargarlo de tareas

¿Cómo acertar y dar con el equilibrio más adecuado?   Ibáñez aconseja consensuar con los más pequeños unas cuantas actividades educativas para hacer durante el verano.  Si conseguimos llegar a un acuerdo, será  una de las mejores opciones para que disfruten aprendiendo, y sin que sientan que se les está obligando a nada.

 “Es importante descubrir las curiosidades y las inteligencias de los niños para diseñar el listado de actividades que más y mejor le convienen. Los deberes no deben en ningún caso ir en contra del menor, sino a su favor. Leer cuentos, visitar museos, hacer juegos de mesa o hacer pulseras. Todo ello se puede plasmar en el diario, lo que les motivará a querer añadir más cosas constantemente”, afirma la psicóloga.

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