NO ES BULLYING, DEJA QUE PASE UN POCO DE TIEMPO

“No es bullying, deja que pase un poco de tiempo” es un relato de ficción sobre de acoso escolar que aborda el tema del temor al cambio de colegio presente en muchos niños

Por Angie B. , para Sociograma.net, de BuddyTool

“Pues fatal.  ¡Fatal, fatal!  ¡No te puedes ni imaginar!” Así comenzaría a contárselo a mi mejor amiga para darle emoción e intriga al asunto, pensaba mientras volvía a casa en la línea 9 del Metro.  Mi primer día de clase en el nuevo colegio había ido tan mal como me imaginaba, o incluso peor.  Aunque, dentro de lo malo, por lo menos me había encontrado en la puerta con mi amiga Yolanda.  ¡No tenía ni idea de que iba a ir a ese colegio!  Si me lo hubiera dicho en el campamento de verano, pues hubiera ido de otra manera.  Como más preparada, no sé, sabiendo que tenía ya una aliada allí.  Eso siempre da bastante seguridad.  ¡Pero no! Como no podía ser de otra manera, ¡no nos han puesto en la misma clase!  Así que a ver cómo lo hago y si me puedo cambiar con ella, que he visto que además tiene amigas con rollo.

Cambiarse de colegio apesta porque no sabes lo que te vas a encontrar.  O más bien, con quién te vas a encontrar allí. Ni cómo te van a ir las cosas, se entiende.  Igual pasas de ser de las más populares de tu otro colegio, a convertirte en una pringada, en un momento dado. ¿Cómo evitarlo?  Pues vete tú a saber.  Porque te lo juegas todo en los primeros días, además.

Para empezar, es fundamental elegir la ropa que te pones para así dar a entender quién eres y qué rollo llevas.  Pero cuando hay uniforme, ¿qué hacemos?  Yo me he cortado bastante la falda, no me he puesto calcetines, y el polo, al ser de Abercrombie, no me queda mal. Pero a la directora le ha faltado tiempo para decirme que tenía que usar calcetines o medias.  Cortas o largas, a mi elección.  Así que mañana me pondré medias hasta la rodilla, que al menos quedan monas.

A Yolanda la he visto bien. Vamos a ver, no somos íntimas, pero sí somos amigas.  Lo suficiente como para encontrarme a gusto con ella y unirme a su grupo. Yo era BF(*) de otra de sus besties(**) en el campamento.  De María, una chica de San Sebastián. ¡Con ella sí que hubiera flipado si viniera a mi nuevo colegio!

Tras despedirme de Yolanda a primera hora -jurando muchísimo vernos en el recreo luego-, he ido hacia mi clase.  Me he sentado sola, un poco hacia atrás, para no dar la impresión de empollona.  Una cosa es aprobar todo y otra parece una nerd (***), entiéndemeAl rato se me ha sentado una al lado, que había que verla.  ¡La típica pringada!  ¿Qué voy a hacer? ¿Por qué me tiene que pasar a mí esto?  ¿Por qué?  El caso es que de buena, la pobre, parece tonta, y me ha ofrecido que me vaya con su grupo de amigas.  Y yo como, “gracias, ¡claro que sí!…”  Pero luego he salido escopetada a buscar a Yolanda, obviamente.

Yo no soy una pringada; de hecho, era de las más populares en mi otro colegio

Lo peor ha sido lo del chico rubio. Se ve que es el malo de la clase, pero está bastante bueno y lo sabe.  Tiene ahí a todas las malotas también detrás de él, y mi peor pesadilla es que la tomen conmigo, porque eso sería el fin.  Y me temo que mi debut con él ha sido un horror. De hecho, hoy, que ha sido el primer día, ya hemos tenido un pequeño encontronazo: Al sentarse la pringada conmigo, pues el otro ha debido pensar que igual yo también soy así.  Y no.  “Perdona, pero en mi otro colegio yo era de las más populares”, me gustaría decirle.  Pero en vez de eso, me he callado y me he hecho la sorda cuando me ha empezado a llamar, supongo que para ponerme a prueba.

-¡Rizos!, ¡Eh, tú, rizos!- me ha dicho, para preguntarme si le podía prestar un boli. 

Y yo al final se lo he dejado, pero ni caso.  Sin mirarlo siquiera.  ¡Me ha dado hasta miedo!  Y mientras tanto, sus amiguitas, las feas del club de fans, observándolo todo y riéndose de mí porque me llamara “rizos”

-¿Qué hago, tía? ¿Cómo le respondo si se mete conmigo?  – le he preguntado con desesperación a mi mejor amiga esta tarde cuando hemos quedado, después de contárselo todo.

-Pues nada, tú tranquila. Sigue con Yolanda en los recreos y, mientras tanto, a tu bola.   

Luego me ha abrazado.  También me ha dicho que no le dé tanta importancia.  ¡Ojalá tenga razón, pero no sé! Menos mal que la tengo a ella, pase lo que pase.

-No es bullying, deja que pase un poco de tiempo. ¡Igual en un mes ya sois íntimos!  Estas cosas nunca se saben, ¡y tus rizos son irresistibles!

(*BF:siglas de Best friend, mejor amiga)

(*Bestie:diminutivo en inglés para mejor amiga)

(*** Nerd :estudiante considerado empollón, pelota o con falta de habilidades sociales)

Tal vez te interese también leer el relato “Por favor, ayúdame a escapar” y  “El profesor”

Si te ha gustado el relato de acoso escolar “No es bullying, deja que pase un poco de tiempo”, por favor, ayúdanos a compartir.

.