6 PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE LA EDUCACIÓN EN NUEVAS TECNOLOGÍAS

Entrevista con David Cortejoso sobre la educación en nuevas tecnologías

 

A la hora de educar, los adultos solemos diferenciar entre el mundo real y el virtual, pero los nativos digitales no hacen tal distinción entre uno y otro mundo a la hora de relacionarse.  Por esta razón, a los niños no les está resultando difícil acostumbrarse a la nueva modalidad de educación a distancia, resultado de la crisis del Covid-19.

 ¿Cómo abordar esta misión acortando en la medida de lo posible la brecha digital que nos separa? David Cortejoso Mozo , psicólogo y experto en educación para la Seguridad en el uso de las TIC en menores nos da las respuestas en esta entrevista sobre educación en nuevas tecnologías.

 

-¿Hace falta una educación en TIC?

 

Hace falta mucha educación digital, no solo de los menores, hay muchos adultos que no saben usar las TIC de forma adecuada, sabiendo cuáles son los peligros de las mismas, usándolas de forma adecuada, desconociendo cuáles son los peligros de exponer constantemente en la red su intimidad y su información personal.

 

-¿Desde cuándo las nuevas tecnologías pueden suponer un problema psicológico para las personas e incluso las familias?

 

Desde el momento en el que se desconocen los riesgos que existen en la Red y cómo prevenirlos. En las familias el mayor peligro es el desconocimiento y la falta de preocupación, que hacen que no se informen ni formen, y que no haya unas normas establecidas un uso responsable de las TIC.

 

-¿De qué tipo de conflictos estamos hablando?

 

Los problemas psicológicos con las TIC se derivan de las repercusiones por el uso inapropiado de las mismas, como es el caso del abuso y dependencia, la brecha digital entre generaciones, la pérdida de tiempo que en ocasiones producen afectando al rendimiento laboral, académico y/o personal, el síndrome avatar (proceso por el cuál una persona le otorga más tiempo, importancia y recursos a su yo digital que a su yo físico), el ciberbullying,  o  el uso del móvil en situaciones inadecuadas, conocido como phubbing.

 

La formación de formadores es imprescindible: la prevención de los riesgos de las TIC en los menores es una tarea de todos

-En estos momentos, ¿sobre quién recae la responsabilidad de educar?  La asignatura en TIC de las escuelas es suficiente para prevenir las amenazas de internet?

 

Hoy en día nos hemos vuelto muy cómodos: la salud es responsabilidad de los profesionales sanitarios, la educación de los docentes, el ocio de las actividades extraescolares, la alimentación de los comedores… Pero la responsabilidad es enteramente de los progenitores. En los centros educativos pueden enseñarles el uso de las TIC, pautas correctas de actuación, peligros y teoría, pero debe ser en casa donde nos sentemos con ellos desde pequeños a usarlas, a descubrirlas (no a aparcarles en ellas), a ponerles normas enseñándoles los peligros y cómo evitarlos.

 

-¿En qué consisten los programas formativos actuales y a quién se debería formar en primer lugar?  ¿No sería más efectivo quizá una “formación de formadores”?

 

Los programas formativos actuales apenas tocan el tema de las TIC más allá de la teoría sobre lo que es Internet, las partes de un ordenador o lo que es un procesador de texto. Queda mucha labor en este sentido y sería necesario que realmente se incluya en alguna área de la enseñanza el tema más allá de lo meramente teórico, abordando el uso responsable, sabiendo los riesgos, su prevención, cómo detectarlo, cómo actuar, las repercusiones legales, psicológicos y/o físicas. En cuanto a quién hay que formar, es indudable que la formación de formadores es imprescindible. Como siempre digo, la prevención de los riesgos de las TIC en los menores es una tarea de todos.

 

– Parte de los cuerpos de seguridad del estado dan charlas formativas en los colegios. ¿Qué tal están funcionando estos programas?   ¿Son suficientes?

 

Hacen una labor estupenda  y son completamente necesarias, pero el efecto de estas charlas en ocasiones es limitado en el tiempo, y no por lo que cuentan, sino porque estas acciones deberían tener continuidad y ser más constantes, estando programadas en el propio programa curricular de los menores. Estas charlas son complementarias a las que yo imparto, ya que abordan la problemática desde un punto de vista legal y delictivo (completamente necesario para los chavales que desconocen que muchas de sus actuaciones pueden tener consecuencias legales), pero no abordan el problema desde el ámbito psicológico/conductual, que es lo que yo abordo. Creo que ambos son complementarios y muy necesarios.

 

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