RIESGOS TECNOLÓGICOS PARA PROFESORES Y ALUMNOS DURANTE EL COVID-19

El confinamiento por el Covid-19 obliga a aplicar cierto freno a conectividad de las pantallas mientras dure la tele-educación

 

El coronavirus no deja títere con cabeza.  Ya estamos viendo cómo afecta la educación el Covid-19.  En las últimas semanas, tanto niños como educadores han tenido que graduarse a marchas forzadas en materia de educación a distancia.  E incluso la televisión pública ha insertado programas educativos por edades y cursos escolares que los niños deben ver para completar su educación.  Esta educación a base de pantallas nos obliga, no obstante, a tomar algunas medidas.  Sólo así podremos paliar algunos de los efectos perjudiciales del abuso de pantallas, como el insomnio y la ansiedad.

 

A pesar del aislamiento social que produce el confinamiento en casa debemos tratar de evitar la hiperconectividad más allá de los recursos audiovisuales educativos

 

El teletrabajo, la educación a distancia y, sobre todo, el aburrimiento ponen el foco de todos nosotros, niños, profesores y padres, en los dispositivos
Los problemas de la sobreexposición

La sobreexposición tecnológica no está exenta de riesgos para la salud, tanto física como psicológica.  Aprovechamos para repasar algunos de estos peligros en los días de confinamiento por Covid-19, que sin duda llaman al abuso de pantallas.

 

-Insomnio tecnológico

Mientras que algunos estudios encuentran que el uso infantil –y supervisado- favorece el desarrollo de unas habilidades que les ayudarán en el futuro y que se presumen necesarias en la competencia académica y en el trabajo, otros relacionan el abuso de la tecnología en menores con un daño irreversible en la retina , además de dificultar la conciliación del sueño.  Este insomnio tecnológico es un problema que afecta tanto a adultos como a niños.

La luz azul emitida por móviles y dispositivos además daña la visión y afecta a la salud de la retina

 

La luz azul imita a la luz del día y, por esta razón, evita la producción de melatonina, la hormona causante del sueño, de forma natural.

 

El covid-19 potencia las relaciones virtuales, y su exceso puede favorecer  episodios de ciberbullying

 

-Mayor riesgo de ciberacoso.

A mayor exposición a los dispositivos, mayor probabilidad de que los niños presencien o protagonicen algún episodio de acoso escolar en su formato digital.  El ciberacoso sucede tanto en redes sociales como en chats de mensajería instantánea como WhatsApp.  Incluso el ciberbullying puede tener lugar en los videojuegos.

En estos días de hiperconectividad no podemos olvidarnos del incremento en los episodios de ciberacoso. Por ello los profesores deben seguir pendientes del estado de ánimo de los niños y atender al plano sociométrico del aula, aunque sea virtual.  Este análisis contempla los lazos sociales de los alumnos.
-Tendencia a la obesidad

El sobrepeso y la obesidad se producirían, según un estudio de la Kaiser Family Foundation, por el sedentarismo consecuente del abuso de pantallas. Por su parte, este se relaciona con el aumento de hábitos perjudiciales para la salud, como la mayor ingesta de «comida basura».

 

-Exposición a contenidos poco recomendables

Una de las fuentes de peligrosidad en la red la hallamos en el acceso a contenidos inapropiados a los que el niño puede acceder, en muchos casos de forma accidental. ¿A quién no le ha pasado alguna vez encontrar alguna imagen ofensiva al estar realizando cualquier búsqueda inocente en google?

 

Mucho cuidado en estos días con las Fake News y con los hackers, que intentan buscar nuevas fórmulas de fishing y ciberataques

 

Por parte de los adultos, que podemos acceder a contenido sensible de forma legal, debemos tener cuidado porque, visitando ciertas páginas, generaremos cookies en el ordenador.  Esto favorecerá la aparición de páginas sugeridas con las que podría encontrarse el menor, en caso de que el dispositivo sea compartido.

 

¿Te ha gustado este artículo?  Si es así, por favor, ayúdanos a compartir.

 

 

 

 

 

 

 

.